Ingredientes:
-Una barra de pan (más ancha que la baguette).
- 4 – 5 huevos
- ½ litro de leche
- 2 cucharadas de canela en polvo
- 1/2 kilo de azúcar
- 1/2 litro de aceite de girasol
Preparación:
Calentar un poco la leche con unas 4 cucharadas de azúcar y añadir una cucharadita de canela. Cortar el pan en rodajas de un centímetro y medio de grosor. Mojar las rodajas en la leche y dejar reposar en una tabla o bandeja alrededor de media hora.
Batir los huevos y poner aceite abundante a calentar en una sartén (que floten las torrijas). Pasar las rodajas de pan por el huevo e ir friéndolas en el aceite hasta que queden doradas pero blandas por dentro. Preparar en un plato azúcar mezclado con la canela (la proporción debe ser para que quede el azúcar de un color café claro), y pasar el pan por esa mezcla a medida que vayamos sacándolas de la sartén, de forma que queden impregnadas del azúcar con canela. Si no os gusta la canela, también están buenas sin ella.
Colocar las torrijas en una bandeja y esperar para comerlas a que estén templadas. Se pueden hacer con anticipación pues están muy buenas también frías y van soltando el jugo del azúcar.